¿Tocar el violín tuerce los dientes? ¡Sí!
- MiViolinBlog
- 27 sept 2021
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Con el paso del tiempo, la población de violinistas ha ido en aumento, no sólo por el aumento de la población en general sino también por los decididos a entrar a este maravilloso y laborioso mundo.
Gracias a años de estudios y al gran número de violinistas dispuestos a formar parte de ellos, se ha podido investigar sobre muchísimos temas, algunos de ellos tan poco imaginados y a la vez tan importantes.
¿Alguna vez has pensado cómo repercute el instrumento en tu cuerpo? Lo más común es que seamos conscientes de nuestra postura en general, principalmente de la espalda. Muchos somos los que hemos sufrido de terribles dolores de espalda después de haber pasado horas en un ensayo de orquesta. Más allá de ello, podemos encontrar repercusiones mucho mayores de las cuales no somos conscientes. El tener un instrumento empujando verticalmente nuestra mandíbula por horas provoca un trauma facial. Se ha demostrado que la mordida cruzada es la más común entre nosotros, los violinistas.
Ahora bien, ¿qué es la mordida cruzada? Es una irregularidad oclusal en donde un diente tiene una posición distinta a su antagonista correspondiente en el arco superior o inferior. En otras palabras, es una desalineación lateral entre ambos arcos. Este es el resultado de un estudio publicado en la Stomatologija, Baltic dental and maxillofacial journal este mismo año 2021 en el que estudiaron a 52 violinistas y violistas que fueron comparados tanto con pianistas como instrumentistas de viento para ver las diferencias entre ellos. El resultado de esta investigación fue contundente ya que ha demostrado que el 61,5% de los violinistas y violistas padecen de mordida cruzada en comparación con el 27% de los pianistas o el 17% de los instrumentistas de viento.

Aunque pueda parecer obvio que el sujetar el violín o la viola con la mandíbula puede generar estos traumas faciales, podemos encontrar que estos se producen mayormente en diferentes edades. Un violinista que comenzó a tocar el violín a muy temprana edad padece más este problema que uno que ha empezado en la adolescencia. Otra de las correlaciones encontradas es la cantidad de horas diarias de estudio. Los que más estudian son los que mayor grado de desfase tienen en la mordida.
Un estudio realizado en España hace referencia a la elección de instrumento habiendo realizado previamente una revisión de ortodoncia en el niño. Este estudio indica que, según el tipo de trauma fácil que padezca el niño, se puede recomendar un instrumento u otro con el fin de solucionar su problema. Aunque puede ser mal visto que el elegir un instrumento para un niño se base simplemente en eso cuando, quizá, el niño prefiere tocar otro, esta recomendación podría ser tomada en cuenta en una etapa anterior a la que el niño tiene una predisposición por un instrumento en particular.
Yo, particularmente, enseño a los más jóvenes y principiantes a sujetar el violín sin la almohadilla o costilla. De esta forma, se los obliga a sujetar el violín con la mano izquierda y la clavícula, siendo casi innecesaria la presión de la mandíbula y evitando así cualquier problema físico. También hay que tener en cuenta que, según investigaciones que he realizado, el peso que empuja la cabeza cuando el violín es sujetado con una costilla se quintuplica en comparación con el peso sujetado con la mano la izquierda y la clavícula. Esto es debido al efecto palanca al tener el fulcro o punto de apoyo muy cerca a la cabeza.
Con el paso del tiempo, siempre permito a mis alumnos elegir si utilizar la almohadilla o no. Sea cual sea la elección, creo que es muy importante tener en cuenta los resultados mostrados en el artículo científico del que se habla.
Tomás Cunsolo
Bibliografía:
1) Stomatologija, Baltic Dental and Maxillofacial Journal, 2021, Vol. 23, No.
2) Głowacka A, Matthews-Kozanecka M, Kawala M, Kawala B. The impact of the long-term playing of musical instruments on the stomatognathic system-review. Adv Clin Exp Med 2014;23:143-6.
3) Yeo DK, Pham TP, Baker J, Porter SA. Specifi c orofacial problems experienced by musicians. Aust Dent J 2002;47:2-11.
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